Etiquetas

lunes, 19 de diciembre de 2016

Revisión cirujano + Evolución mes y medio

Bueno... parece que últimamente me cuesta sentarme y escribir.
La verdad que tengo muchas cosas que hacer y también me va dando pereza. Principalmente escribo por mi, lo de ayudar ya va pasando a segundo plano, no sé cuanta gente me lee, no me preocupa, pero sí que veo que sólo vale repetirme como el vinagre porque nadie se molesta en leer las cosas, es desesperante.
Así que sin darle más bombo al tema, seguiré escribiendo mi diario, mi vida, y al que le venga bien, pues aquí está esto, mi testimonio, mis vivencias y mi día a día por si alguien quiere tomar algo de esto como referencia en su andanza.

Estas semanas han sido un poco de cal y una de arena. He tenido algún bajón en el que me he sentido sumamente vulnerable, me he derrumbado un día en la cocina y me he puesto a llorar mientras hacía la cena, he abrazado a mi novio (más bien me abrazó él) y le he dicho que estaba cansada y frustrada con mi aspecto. Quiero seguir luchando y lucho, tengo claro que no voy a cesar en mi empeño, pero me agoto, me agota mirarme y mirarme y mirarme, verme sumamente imperfecta sin ropa y casi perfecta con ella. Algo que será así siempre.

Los brazos han mejorado mucho, pero los codos...aunque han bajado algo más, siguen siendo un trozo de carne montado. El cirujano me vio el día 07 y me dijo que todo estaba muy bien.
De los brazos me dijo que esos "culos de pollo" se dan porque al coser y hacer coincidir la carne, si no paran en un momento, la cicatriz seguiría y seguiría hacia delante, vamos, podría tirar hasta la muñeca para que quedara como quiero pero ... yo le dejé claro que no tenía esos codos, mis codos eran perfectos y no quiero ahora tener otro complejo en los brazos... así que me dijo que aún tenía que remitir un poco más la hinchazón, que me vería en Abril y ya ahí lo veíamos, que podría en tal caso hacerme una incisión horizontal sin necesidad de ponerme anestesia general y estirar esa piel del codo hacia arriba y recortar el sobrante.
Me dijo que tendría una cicatriz horizontal, le dije que me daba absolutamente igual. Será por cicatrices...
Le comenté mi descontento con la incisión de la axila hacia abajo, me dijo lo mismo, que si quitan y quitan que la incisión me llegaría hasta la mitad del cuerpo, que eso no se notaba y que tampoco me obsesionara... pero vamos, que pase por una cirugía para quitarme piel y la piel siga en algunas zonas... da mucho por el culo. Y si hay que hacerme una raja hasta el infinito, pregúntame, yo decido.

Ya estoy empezando a tener claro que ninguna cirugía me va a dejar como quiero, así que quizás ya pase de operarme más, no lo sé, ahora mismo quiero tomarme un tiempo de tranquilidad, centrarme en mis cosas, mi rutina diaria de deporte y de quehaceres y centrarme en las deudas actuales, que veo que es un suma y sigue.

Comentó que le preocupa la incisión del brazo derecho porque no estoy estirando suficiente los brazos. Me recomendó ir al fisio y hacer estiramientos todo lo que pudiese hacia arriba, como intentando alcanzar algo que estuviese en una balda muy alta, ya que la cicatriz se puede acostumbrar a su posición actual y luego tener limitaciones al mover el brazo.
Todos los días dedico unos minutos a los estiramientos y aunque dolía, ya creo que ha mejorado y no noto tirantez. Se puede decir que ya ando al 100 x 100.
Lo del fisio paso, para estirarme durante rato ya entreno 2 horas al día, creo que me puedo ahorrar lo demñas.

Ayer empecé con las tiras de Trofolastin, casi uso más que en la primera operación, así que ahora el gasto será el doble.

Los pechos los veo bien aunque con sujetador anatómico cuando se me notan los pezones, me veo uno más alto que otro, pero mira.. ya paso, si se nota bien, y si no se nota...yo no lo veo con sujetador. No voy a ir en tetas por ahí, así que para mi queda.
Igual tiene que ver con mi supuesta escoliosis, ni idea.

En Madrid aprovechamos y nos quedamos de puente allí. Anduvimos muchísimo, no exagero si digo que entre 20 y 30 km diarios, llegábamos exhaustos.
Vimos muchas cosas y disfrutamos de la capital. No comí nada distinto y entrené todos los días, ya que el alojamiento tenía gimnasio. Llevo sin pesarme un mes pero ya me noto que he bajado bastante, al menos en el espejo me veo bien, igual de bien que antes de operarme así que con eso me quedo.
En el gimnasio ya lo hago todo, así que eso me ha devuelto la normalidad y he salido del bucle de negatividad. También Madrid ha sido el punto de inflexión, pues después de volver del viaje ya me he vuelto a ver, estaba muy a disgusto con mi apariencia, necesitaba bajar y relajarme con la comida, y en el momento que desconecto, cuando salgo de casa, hago cosas y tengo ilusiones, es cuando la comida desaparece de mi mente.
Llevo bastante tiempo sin hacer comida libre, sólo como algo de más cuando me apetece o tengo hambre. Si hoy tengo hambre como más fruta, más arroz... lo que sea, y así no tengo que llegar un día de la semana y ponerme como un jabalí.
Hace tiempo que llevo esto a la práctica y siento una serenidad inmensa.

Diría que estoy en otra fase de todo este proceso, ya voy comiendo por sistema aquello que me aporta sin pasarlo mal por aquello a lo que estaba enganchada, ya no tengo ese concepto de pecar, pasarlo mal por un alimento concreto... busco siempre las opciones que más me sacian y me gustan. He aprendido que la comida de verdad es lo que me apetece y no prima algo grasiento o azucarado, antes ya consideraba estar en este punto, pero a día de hoy realmente es que ni pudiendo darme el placer de comer cualquier cosa, me decanto por esa opción. He anulado completamente de mi mente ciertos "alimentos" (productos) y es como si no existieran.
No me canso de escuchar: "disfruta un poco de la vida". Como si comerme un bote de nocilla me estuviese dando algo que no me diera una tarrina de queso de burgos con miel.
Si creyera que lo digo con la boca pequeña para autoconvencerme seguramente mañana estaría haciendo otra cosa muy distinta a lo que digo, pero llevo muchísimo tiempo sin tener los productos como prioridad y sin centrarme en un día semanal como día para atracarme, así que considero que es un escalón más logrado.
Otra cosa que me pasa es que estoy ahora tan contenta con mi aspecto (el que tenía antes de operarme en cuanto a volumen y supongo que peso) y valoro tanto mis progresos en el gimnasio (porque les hay), que no me apetece por comer de más volver al sentimiento de hace unas semanas.
Valoro sentirme bien, estar tranquila, a gusto... ¿Por qué voy a cambiar ese sentimiento por atiborrarme?. Así que eso me ayuda a tener cierta estabilidad, como por que tengo hambre, pero necesito comer lo necesario. Después mi cuerpo sigue siendo lo que era antes de comer, sin retenciones, sin malestar, sin hinchazón... y esa felicidad es lo que me ayuda a que la siguiente vez que coma, recuerde que debo hacer lo mismo para seguir sintiéndome bien y así es como mecanicamente pasan los días, aprendo a comer por sistema con normalidad y esa estabilidad hace que mi mente no piense en comer de manera compulsiva o más de la cuenta. Ahora sí sé parar.

Después de volver del puente, he tenido viaje de empresa, cierre del año y cena de compañeros.
He comido y cenado casi todos los días por ahí, no he comido pan porque no lo como, no he pedido croquetas ni cosas grasientas porque no me siento bien comiendo eso, he elegido brocolí con patata y salmón, he pedido el entrecot sin patatas o si las han puesto he comido 2 o 3, algún día he comido tarta de queso pero no me he tomado la nata ni el sirope... he bebido vino y cuando he estado libre he entrenado. No tenía gimnasio, llovía y mis intentonas por hacer ejercicio se esfumaban, pero entrené en el hotel, hora y media, sudando como una bestia. Ejercicios de suelo, zancadas, sentadillas, peso muerto, abdominales... No hay pretextos. Yo amo lo que hago, lo necesito, me gusta, no es por imposición aunque haya acabado de esta forma por necesidad, a día de hoy es mi día a día y lo que me llena.

Y sin más, he llegado a mi casa y me quedaban todavía más grande los pantalones.
Es decir, que cuando ocupas tu tiempo y comes lo que necesitas, no te tienes que plantear ni ponerte a dieta ni adelgazar, simplemente el cuerpo es sabio y va volviendo a su estado natural.

Dejo unas fotos de mi estado actual y unas de la semana pasada en mi viaje de trabajo, que hace mucho que no subo fotos vestida de calle.

A todo esto: FELIZ NAVIDAD.
Ya tengo el menú... y va a ser de lo más fitness.

Nos leemos.